Cómo empezó la relación de los hechos que acontecen, es decir, cómo transmitió por primera vez lo que hay en el interior, cómo se vio afectado, y cómo se reaccionó. Mejor ya cállate, replicó su acompañante; déjate de esos disparates y por amor de Dios concéntrate en lo que esta a la mano y lo que viene. Por eso no tienes tiempo para ti, ah y tu estilo de vida deja que desear, ya es tiempo que te interese tu persona. Disparate aquello tal vez fuera pero aun así era en todo lo que pensaba, nada en que fijar su atención ya fuese por el desdén que proyectaba a su ambiente o el hecho que sabía que en el fondo lo único que tenía como meta era buscar la vida que le permitiese dedicarse a la reflexión sin propósito y lógica en todo momento.
Reflexión sin lógica, una de sus no tan escasas contradicciones; una de las que parecen estéticas frente a las aberraciones que en ocasiones pululaban en su mente, si es que aquel espacio que creía suyo era su mente. Tenemos que terminar este pendiente para ver cómo serán los resultados, declaro el amigo, si es que eso era. Cómo es que puedes estar tan concentrado en eso, pregunte con un dejo de vacilación, creyendo que no respondería, tal vez creyese que era una de esas chanzas que se me atribuían y que reforzaban la idea de sujeto ingenuo y de nula predisposición mental a los grandes y gloriosos oficios de la mente. Pues para que jodidos crees que es, para disfrutar no; bueno mejor ponte a hacer lo que te toca y si ves algo que sirva lo comentas. Ahora ya vamos a ver en que situación va el proyecto.
Pero dejemos por un momento y veamos a fondo, si es que es posible, lo que acontece en la mente. Bueno en primera no hay algo que decir, si fuera por lo que los elementos de la misma si es que hay, causen algo. La mente es un recóndito espacio, o lugar, dimensión, abismo, sima, del ego, del yo; mejor vamos a algo más claro, no gracias; si lo que importa es ir hasta el fondo, hasta las últimas consecuencias si es que las hay porque eso de consecuencias es cuestionable. Qué hora es. Cómo, que dijiste; dije que qué hora es, inútil. Ah son las 11:00.
Todo pasa tan lento, si es que pasa; mejor vamos a ver que hay allá abajo, iré a lo más bajo, si para encontrarme, para perderme, para ascender y descender. Mientras más abajo estas eres más feliz, no feliz, no eres más humano, no tampoco. Más algo, no sé, pero lo siento; cómo puedo saber si lo siento, no sé pero hay algo allí que me dice, a mí, no sé, pero si hay algo ahí. Abajo es la vida, arriba es la muerte, el suicidio. Quien sube, se suicida; como Ícaro, no como él, tal vez, no creo, no a lo pendejo, sino a lo hecho; hecho más bien es que no subo, yo bajo aunque pareciera que subo. Claro, sigue, hombre, bestia, animal, cosa; no, forma, bueno mejor veamos que hay más en este paraje, que a simple vista es un llano desolado; desolada tu vida, no eso no.
Y que hay en este lugar, si lo puedes llamar así, aberraciones, objetos salidos no de una pesadilla porque para discernir, o algo que sea más apropiado, conectar con los mismos, tendrías que echar mano de lo que tienes, pero que tienes más que fósiles, más que caca mezclada con lágrimas y sangre; no pero aun así que queda; puedes usar algo de esto, o no. Tal vez sí, pero si hubiera algo con lo que apoyarse aun estaría ahí esto o esos objetos. Supón que los tienes, que hacer ahora; un descanso, un atisbo de liberación, de quién, de qué, cómo, ah pero no tienes nada, bueno si. Algo ahí que se supone tienes, pero que tienes, ya vamos a algo más concreto, concreto qué, donde hay algo así en este lugar, lugar no, espacio, espacio de ti, no de mí, de lo que no es mío ni nuestro, algo que llamas tuyo, tu quién.
Mira, un objeto rectangular, un qué, un objeto con forma de rectángulo, y eso es; nada, superfluo, para qué sirve, cómo lo voy a saber, pregunta, y qué es. Pues como pueden responder, quiénes, los que habitan aquí, por qué lo dices, para que están las cosas, alguien debe estar, no alguien, algunos. Algunos, que no responden, tal vez estén muertos, cómo se puede estar muertos, si, comen caca como tú, si como nosotros, caca de quién, de alguien, o algo, importa lo mismo que lo que pisas. Piso, piso a tu reflejo, qué es eso; más vale que no nos juzguen, quién lo haría; tu, pero para qué. Yo que sé, no soy de aquí, qué es aquí, tu mente o la mía, cómo que no esto es lo que estamos buscando, que buscamos, la respuesta, la figura; mas te vale que haya algo, recursivo, como todo, superfluo. Bueno ni tanto, qué puedes decir.
Que no hay algo por lo que decir palabras, granos de imaginación que ni tu ni yo cristalizamos, él lo hace; quién él, él de allá, que gobierna a los de aquí, uno a uno, cual domino, por negro y blanco, los dos a la vez. Pero y qué hace él, cree saber que hacemos tu y yo, pero somos viajeros, no somos de aquí, ni allá; sabe entrar y salir, si lo vemos lo acompañaremos, para ver lo que le afecta, lo que le hace sentir piedad, ya conocemos el terror, que te guarezcas del terror, no; mejor veamos que hacen los de aquí, los de aquí tras alguien de allá van, y que tal van.
Ciegos, bastonazos al infinito, infinita es tu caca; bueno ya veamos que es lo que esperan, esperar; tu aceptas y yo encuentro. Encontramos a la de allá, o la de aquí, quién ha de saber, sólo él; cómo decírselo, como es, si, pero no es lo nuestro, mío, no tuyo. Cómo es que saben los de aquí que hay reacciones allá, como saben los de allá que hay algo que esta allí, que es aquí; shhhhhhh, no lo deben saber, quiénes los conejos, por su medio de vivir. Allí está, bella y radiante, cual preciada caca de los de aquí, oh que buen viajero eres, tan perspicaz, no ni tanto.
Todo es caca, el lema de aquí, tierra, espacio, no instante, que ni tu ni yo conocemos ni entendemos, cómo entonces que hacemos, pues lo mismo que los de aquí, vivir; con qué, no sé, de qué, de caca. No lo se pero sé que él quiso hacer el primer movimiento, ya ves los de aquí son fanáticos, no practicantes, del abugur, del qué, del ajedrez con estrategia, apuestas y bebida, más caca; y saben que abrió mal, que no hay cosas, números primos, qué hacen que, lo mismo que nosotros, existir, existimos, aquí y allá pero somos de allí, como él y ella. Dirás más de ella que de él, de lo que los de aquí piensan de los de allá y de ella.
Un brindis por la vida que no es ni nuestra no mía, más tuya sólo es de quién la vive; y él lo sabe, o lo quiere saber, pero no comprende, no lo hace; debe de ser todo duro, aunque aquí el desolado sea tan suave como os plazca. Los de aquí van allí con regularidad, siempre puntuales, bolsas llenas de caca, bien abastecidas, cada 13, y una nueva posibilidad de huir allí, cada 12. Que no la puede abrazar, que desgracia, para alguien de allá, aquí no importa lo que sucede, importa lo que está y no está, estamos y no estamos, él sólo no está. Insistirá, que más queda, tal vez se compadezcan los de allí y hagan algo, pero si lo hacen, los hacen encontrarse como si fueran de aquí; pero lo son, él lo sabe y no lo usa, nos teme; teme lo que ocurriría si nos une, los de allí, los de aquí y los de allá. Nuestro puente, el fénix no vive ya, ha tardado, la caca se vuelve lo que era antes, si es que hay algo antes. No hay un después ni un antes, está y no está ella como todo en su vida; pero aún así creo que ya estás. Feliz sean tus remordimientos, tristes sean sus encuentros; nuestro viaje termina ya, es tiempo de volver allí, si es que eso existe.
Hace un gesto, el acompañante voltea y se ríe en silencio. Vas hasta ahí, saludas, hablas de lo que podría ser, de lo que deviene; ella habla, la ves, radiante y en movimiento, como lo es todo, o eso crees. Te lanzas al abismo sin nada del que asirte, para qué si tu eres el abismo, lo expondrás para que lo dañen y le den muerte como sucede todos los días, preguntas y te responde un no; no es el tiempo del sacrificio final, el fénix no fue comprado con esa caca, en vez de bajar como esperas, no subes ni bajas. En reposo tu abismo finalmente está, la calma que te hace más y menos; respondes con una sonrisa, esa sonrisa tan tuya, tan de ella, no lo sabe aún, pero que lo intuya. Las puertas y cerrojos saltan, los opuestos de ti y del mundo son el uno y el mismo, son y no son tu, el fénix aletea y la serpiente te entrega el fruto, un melón.
En vez de prestar atención al aquí, al allá y al allí; dejas que lo esté sea tu vida y tu muerte. Eres todo blanco y todo negro; hombre y dios, un dragón fénix y ella ahí, la ves desde una perspectiva, el claroscuro ubicuo; el infinito, son lo uno y lo mismo. Van los dos, caminando y sabes que todo ha estado bien y lo estará y lo estuvo. No necesitas algo más, la serpiente es el fénix para ti y tu tienes la copa rebosante de caca.