Ahora bien que tienen que ver estos 5 autores, cual es ese leif motiv que los relaciona, inmortaliza y define. Es acaso el gusto de escribir, la palabra, la lengua... en mi opinión lo que los relaciona es un concepto expresado por Eliade en un excelente libro titulado Tratado de Historia de las Religiones, que les recomiendo leer para entender que ser religioso no necesariamente conlleva creer y aceptar un cuerpo de doctrinas.
Pero para explicarlo citaré a Eliade
... la historia de las religiones llega a establecer contacto con lo que es esencialmente humano: la relación del hombre con lo sagrado. La historia de las religiones puede desempeñar un papel extremadamente importante en la crisis por la que estamos atravesando. Las crisis del hombre moderno son en gran medida crisis religiosas, en la medida en que son una toma de conciencia de una ausencia de sentido.Cuando lo leí por primera vez me impacte porque esas fueron las razones que me movieron a buscar algo mejor. algo que no perteneciera al materialismo ni al racionalismo. Pero ahora nos toca una cita de Jung y elegí esta:
La cuestión definitiva para el hombre es: ¿está relacionado con algo infinito, o no? Esta es la cuestión reveladora de su vidaVeamos el hilo conductor hasta el momento es la búsqueda de un sentido para el mundo desorganizado moderno. Veamos esto me recuerda a Hegel y su sistema pero eso lo explicare en otro post. Ahora toca algo de Hesse, ayer lo mencione a él y un fragmento de Siddartha, que en mi opinión es un epitafio digno y una máxima para una escuela.
la sabiduría no es comunicable. La sabiduría que un erudito intentar comunicar, siempre suena a simpleza... el saber es comunicable, pero la sabiduría no. No se la puede hallar, pero se la puede vivir, nos sostiene, hace milagros: pero nunca se la puede explicar ni enseñar. Esto era lo que ya desde joven pretendía, y lo que me apartó de los profesores.
Ahora diría que Camus es con su mito de Sísifo lo que termina de darle matiz a las ideas anteriores, la idea de la idea que ya puse sobre el deber del hombre es amar y el siguiente fragmento que complementa otro fragmento de Hesse.
Entonces resuena una frase desmesurada: "A pesar de tantas pruebas, mi avanzada edad y la grandeza de mi alma me hacen juzgar que todo está bien"... La felicidad y lo absurdo son dos hijos de la misma tierra. Son inseparables... "Juzgo que todo está bien", dice Edipo, y esta palabra es sagrada.
Y sigue el gran Borges y su obra El Aleph del cual rescato 4 cuentos. El primero es El Inmortal y unos fragmentos que dicen así
Fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos que nada es real
La muerte (o su alusión) hace preciosos y patéticos a los hombres. Éstos se conmueven por su condición de fantasmas; cada acto que ejecutan puede ser el último; no hay rostro que no esté por desdibujarse como el rostro de un sueño. Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso. Entre los Inmortales, en cambio, cada acto (y cada pensamiento) es el eco de otros que en el pasado lo antecedieron, sin principio visible, o el fiel presagio de otros que en el futuro lo repetirán hasta el vértigo. No hay cosa que no esté como perdida entre infatigables espejos. Nada puede ocurrir una sola vez, nada es preciosamente precario. Lo elegíaco, lo grave, lo ceremonial, no rigen para los Inmortales.
Ser inmortal es baladí; menos el hombre, todas las criaturas lo son, pues ignoran la muerte; lo divino, lo terrible, lo incomprensible, es saberse inmortal
El siguiente cuento se titula Historia del guerrero y la cautiva con el fragmento
Y bueno con esa definición podemos decir que todos en algún momento de la vida presencian una llamada amor, lo que yo considero el Zahir de la naturaleza humana y el momento en que como dijo Borges nos damos cuenta del nexo entre cada persona, objeto y pensamiento que existe en el universo.
Una posible definición del amor es la que dió Eliade en su Diario
Y decir con Jung la siguiente frase
El anverso y el reverso de esta moneda son, para Dios, iguales.Prosigamos con un excelente cuento, la Escritura del Dios
Es una fórmula de catorce palabras casuales (que parecen casuales), y me bastaría decirla en voz alta para ser todopoderoso. Me bastaría decirla para abolir esta cárcel de piedra, para que el día entrara en mi noche, para ser joven, para ser inmortal, para que el tigre destrozara a Alvarado, para sumir el santo cuchillo en pechos españoles, para reconstruir la pirámide, para reconstruir el imperio. Cuarenta sílabas, catorce palabras, y yo, Tzinacán, regiría las tierras que rigió Moctezuma. Pero yo sé que nunca diré esas palabras, porque ya no me acuerdo de Tzinacán.
Quien ha entrevisto el universo, quien ha entrevisto los ardientes designios del universo, no puede pensar en un hombre, en sus triviales dichas o desventuras, aunque ese hombre sea él. Ese hombre ha sido él, y ahora no le importa. Qué le importa la suerte de aquel otro, qué le importa la nación de aquel otro, si él, ahora, es nadie.Y el cuento que le da el nombre al libro: El Aleph
Vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo. Sentí infinita veneración, infinita lástima... Éste, como es sabido, es el de la primera letra de la lengua sagrada... Para la Cábala esa letra significa el En Soph, la ilimitada y pura divinidad.Visto todo esto tal parece que hay que reciclar la idea de Borges sobre el anverso y reverso; ahora bien todo esto tiene que ver dos ideas, la primera: hierofanía que significa la manifestación de lo sagrado en lo profano. Descrita por Eliade como el instante en el que las barreras entre las dimensiones física, psíquica y espiritual de la realidad se hacen permeables y transparentes.
Y bueno con esa definición podemos decir que todos en algún momento de la vida presencian una llamada amor, lo que yo considero el Zahir de la naturaleza humana y el momento en que como dijo Borges nos damos cuenta del nexo entre cada persona, objeto y pensamiento que existe en el universo.
Una posible definición del amor es la que dió Eliade en su Diario
Quiero reconocerme – en el sentido filósofico – en mi prójimoY eventualmente decir como Eliade que el mito es una revelación de una vida divina en el hombre.
Y decir con Jung la siguiente frase
Todo lo que he aprendido me ha conducido paso a paso a una convicción inquebrantable de la existencia de Dios. Sólo creo en lo que sé. Y esto elimina la creencia. Por lo tanto no admito Su existencia poe un acto de fe: sé que Él existeY deseo terminar con un fragmento de Hesse
Y ahora voy a exponerte una teoría de la que te vas a reír: el amor, Govinda, me parece que es lo más importante que existe. Penetrar en el mundo, explicarlo y despreciarlo, puede ser cuestión de interés para los grandes filósofos. Pero para mí, únicamente me interesa el poder amar a ese mundo, no despreciarlo; no odiarlo ni aborrecerme a mí mismo; a mí sólo me atrae la contemplación del mundo y de mí mismo, y de todos los seres, con amor, admiración y respeto.La conclusión es la búsqueda de una hierofanía, de una forma de ser uno con el universo, de amarlo y darlo todo, de ser una fuente de vida.
SOCA
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