Pasemos a ver el zen más especificamente zazen, que tiene que ver con el amor, con las hierofanías, es acaso que el zen es uno de los caminos por los cuales las personas comulgan con el universo. Y lo es, porque cada acto de una persona trae consigo una idea, un valor, una utilidad y una enseñanza.
De cosas sencillas se aprende las verdades del mundo, de cosas ínfimas, de poder decir te quiero, de poder vivir y de elegir. Ahora queda bien decir que Caldwell tuvo razón los caminos para llegar al entendimiento del mundo y poder ser parte de él son variados.
Algunos son los que ya mencione como zen, mantras y libros, máximas. Se puede concluir con Eliade que lo verdaderamente humano es unirse con lo divino. Que lo que los hindus llaman atman se vuelva uno solo con Brahman a través del Om. Les recomiendo que lean a Hesse y su obre Siddartha, os enseña como en una vida el hombre se da cuenta muy en el fondo el milagro que es un día.
SOCA
Un argumento contrario se encuentra en la mancuerna Agamben / Benjamin. Agamben busca encontrar las profanaciones y cómo es que el homo sacer participa en un mundo netamente económico. La hipótesis es que lo profano es el "uso" último. Es decir, la extinción de la producción. Pero en un mundo capitalista exacerbado como el nuestro ese "uso" último nunca llega. La profanación nunca está completa y, en cambio, sacralizamos sin secularizar. Si se ve con la óptima del pensamiento marxista, la plusvalía es una forma de sacralización parcial del trabajo cuando e trabajo es la profanación de la materia. Las cosas no valen por sus uso, sino por su potencial forma de consumo. El consumo es infinito porque nunca se "usan" las cosas hasta sus últimas consecuencias.
ResponderEliminarhttp://www.scribd.com/doc/7385471/Giorgio-Agamben-Profanaciones
Dice óptima, ha de decir "óptica".
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